lunes, 22 de agosto de 2011




MONTEMAYOR, UN AÑO MÁS EN SU CASA DE MOGUER
Moguer, penúltimo domingo de agosto, fecha marcada con letras mayúsculas en el calendario de días destacados en torno a la Patrona de Moguer, día de la Venida de la Virgen a la localidad, en el que la Virgen de Montemayor es trasladada desde su ermita hasta su casa en Moguer, la iglesia parroquial de Santa María de la Granada.

El día amanecía con lluvia y tormentas, lo que auguraba que podía ser un día histórico, pues el mal tiempo parecía amenazar la Venida de la Virgen, algo desconocido en Moguer, pues había que remontarse como mínimo varías décadas atrás para encontrar un penúltimo domingo de agosto en el que a causa de la lluvia se tuviera que posponer la Venida.

Si bien la lluvia no conseguía deslucir el traslado, si impedía que el Rosario de la Aurora marcado para las siete de la mañana no se pudiera realizar por las calles de la ciudad y el camino hacia la ermita, rezándose en el interior del templo parroquial. Ya en coches particulares los moguereños se dirigían a la ermita para celebrar la eucaristía. Finalizada la misa la hermandad cumplía con la tradición de colocar los varales para que los costaleros pudieran amarrar los pañuelos.

Durante toda la mañana la lluvia fue la protagonista dejando la celebración del traslado en el aire. Pero el tiempo cambiaría al mediodía y permitía que los moguereños pudieran cumplir con la tradición de llevar a Moguer a su Patrona en la tarde del penúltimo domingo de agosto, traslado que comenzaba unos minutos después de las 7 de la tarde, cuando los costaleros alzaban ala Virgen

Centenares de moguereños acompañaron por el camino a la Virgen entre rezos y cantes, y muchos más la esperaban a la entrada del casco urbano, entre ellos la corporación municipal presida por el alcalde Gustavo Cuellar, casco histórico al que la imagen llegaba entre antorchas que portaban la hermandad y los mayordomos, así como directivos de las filiales, todas presentes en el traslado.

Tarde noche de emociones y sentimientos en torno a la Virgen que tuvo su punto más destacado cuando la Virgen llegaba a la plaza a la que da nombre, y los costaleros la acercaban al monumento colocado hace algunos meses en la plaza, un monumento donado por un grupo de empresarios moguereños que representa a la Virgen alzada por unos costaleros a los que con este monumento se rinde homenaje, monumento que por su ubicación ha sido objeto de polémica por un pequeño sector de la población, pero que el domingo fue aclamado por los miles de moguereños que fueron testigos de un momento que ya es historia de la centenaria devoción de Moguer a su Patrona, que minutos antes de las 12 de la noche entraba en la iglesia parroquial, su casa en Moguer.