Moguer
se echó a la calle para disfrutar de una salida extraordinaria que quedará en
el recuerdo
Moguer puso el sábado 18 de brillante colofón a los actos centrales del XXV Aniversario de la Coronación de su Patrona, con la salida extraordinaria de la Virgen de Montemayor por una ciudad volcada y entregada, que acompañó a su Señora durante más de seis horas de recorrido entre una lluvia interminable de pétalos.
Esta hermosa jornada se inició en la iglesia parroquial con la misa oficiada por el Vicario de la Diócesis de Huelva, Francisco Echevarría, donde el alcalde Gustavo Cuéllar y el concejal José Antonio Rodríguez regalaron a título personal a la Virgen el bastón de alcaldesa perpetua, un obsequio que se sumó a los realizados por las familias Rasco-Márquez, Callejo-Cumbreras, y la filial de Punta Umbría.
Un cortejo de más de 300 personas encabezaba este solemne recorrido, que ha convertido este fin de semana a nuestra localidad en punto de encuentro del fervor marino de la provincia. Escoltaban a nuestra Patrona la junta directiva de la Hermandad Matriz, una representación del equipo de gobierno local encabezada por el alcalde, distintos mandos civiles, militares y eclesiásticos, las ocho hermandades filiales, los mayordomos y el grupo joven de la Matriz, además de una amplia representación de hermandades locales y provinciales, y por supuesto la directiva y los mayordomos que protagonizaron en 1991 la coronación de la Virgen.
Los miles de moguereños que se agolpaban en las calles para ver procesionar a su Señora, fueron testigos de momentos únicos e irrepetibles, que difícilmente se pueden explicar con palabras. La emoción, la devoción, la satisfacción y el orgullo de formar parte de esta bendita tierra, reinaban en el ambiente de una ciudad que ha demostrado con creces el amor que profesa a su Patrona.
Especialmente llamativo fue el paso de la comitiva por la plaza de la Coronación, por la congregación de las Hermanas de la Cruz y por carrera oficial. En unos casos nos sorprendió la espectacular tirada de fuegos artificiales y en otros la interminable lluvia de pétalos, pero en todos ellos fue protagonista el coro de voces blanca del Liceo Municipal de la Música de Moguer, que nos regaló con su dulzura momentos de indescriptible belleza.
También merecen una mención especial las ocho filiales de Montemayor, que congregadas en la calle Aceña formaron un hermosos pasillo por el que desfiló la Virgen, además de por supuesto los numerosos moguereños y moguereñas que engalanaron las calles del recorrido y también sus balcones, los que montaron estandartes en sus tiendas o fachadas y los que recibieron a su Patrona entre una copiosa lluvia de flores o con sentidas letras. Sin duda una aportación voluntaria y generosa que ha contribuido a engrandecer esta majestuosa celebración, que contó con el acompañamiento musical de la Banda Sinfónica del Liceo.
En el Ayuntamiento la comitiva se detuvo para recibir de manos del primer mandatario local un ramo de flores, que entregó a la Virgen junto al que fuera Hermano Mayor en la coronación José Manuel Moreno.
Esta intensa y emotiva jornada se cerró a las cuatro de la madrugada en un templo abarrotado de fieles, en el que parecía haberse detenido el tiempo. Nadie quería despedirse de su Patrona conocedores de la excepcionalidad del momento, en un día en el que Moguer ha demostrado que apuesta firmemente por sus señas de identidad y por la defensa de sus tradiciones.