La Patrona de Moguer, cumpliendo con una tradición muy arraigada en la localidad, fue traslada en la tarde del domingo a la ermita de Montemayor arropada por una multitud de moguereños y moguereñas que la acompañaron durante algo más de dos horas de recorrido.
Sin andas, pero ya a hombros de sus costaleros, la Virgen abandonó la iglesia parroquial pasadas las 15.00 horas, para iniciar un breve recorrido por la localidad y completar los más de 2 kilómetros que separan el casco urbano hasta su ermita, donde la Virgen permanecerá hasta el próximo mes de agosto cuando regrese de nuevo a la ciudad del Tinto.
Durante los dos meses y medio que ha permanecido la venerada imagen en el bello templo de Nuestra Señora de la Granada, se han sucedido este año los actos conmemorativos de la clausura del 75 aniversario de la actual imagen de la Virgen de Montemayor organizados por la Hermandad Matriz, destacando sobre todos ellos la Magna Procesión de la Patrona que nos permitió contemplar en la calle hasta siete advocaciones marianas en un desfile verdaderamente irrepetible, así como la vista de la Patrona de la ciudad al convento de las Hermanas de la Cruz.
Si Moguer se echó a la calle hace unas semanas para disfrutar de este extraordinario recorrido, también lo hizo de forma multitudinaria el domingo, demostrando una vez más el amor que profesa a su Patrona. Junto a la directiva de la Matriz encabezada por su Hermano Mayor Joaquín Luis Domínguez, mayordomos, costaleros y cientos de moguereños y moguereñas, acompañaron a la imagen de Montemayor en el regreso a su ermita, donde será objeto de las más encendidas muestras de cariño con motivo de la romería de Mayo.
Si Moguer se echó a la calle hace unas semanas para disfrutar de este extraordinario recorrido, también lo hizo de forma multitudinaria el domingo, demostrando una vez más el amor que profesa a su Patrona. Junto a la directiva de la Matriz encabezada por su Hermano Mayor Joaquín Luis Domínguez, mayordomos, costaleros y cientos de moguereños y moguereñas, acompañaron a la imagen de Montemayor en el regreso a su ermita, donde será objeto de las más encendidas muestras de cariño con motivo de la romería de Mayo.
Con anterioridad al traslado de la Virgen, tuvo lugar en la mañana del domingo el último Rosario de la Aurora, un rezo que se ha repetido todos los domingos del mes de octubre por los distintos azulejos que jalonan con su imagen las calles y plazas de la ciudad. Los actos previos a este tradicional traslado concluyeron con la celebración de la Santa Misa en el convento de San Francisco, donde permanecerá el Simpecado de la Hermandad Matriz de Montemayor hasta la próxima romería del mes de mayo.