Como
cada 8 de septiembre, Moguer celebró con brillantez y solemnidad la
festividad de su Patrona, Nuestra Señora de Montemayor. La Función Principal de
la Hermandad Matriz por la mañana, que volvió un año más a dejar pequeña la
iglesia parroquial, y la procesión de la
Virgen por la tarde, que de nuevo de forma masiva fue seguida por moguereño y
visitantes, centraron el día grande de las fiestas en honor de la Patrona de
Moguer.
Un año más la Virgen de Montemayor recorrió las calles
y plazas del centro histórico de la localidad juanramoniana recibiendo el cariño y la devoción de miles de
vecinos y visitantes que acompañaron la procesión por las calles moguereñas,
imagen de la Virgen que ayer lucia el manto conocido como de los ángeles,
bordado a mediados de los años sesenta por Paco Contioso, con el que la Virgen
procesionaba hasta que en el año 91 estrenó el de la Coronación, que de nuevo lucirá el año próximo en el que
cumple el 25 aniversario de aquel acontecimiento, mientras que el paso
presentaba un sencillo pero elegante exorno floral de nardos y rosas.
Sobre las 20,30 horas,
salía a la calle la procesión de Ntra. Sra. de Montemayor Coronada, acompañada
por la directiva de la Matriz con su Hermano Mayor Joaquín Luís Domínguez al
frente, representantes de todas las hermandades filiales, consejo parroquial de
hermandades, de las hermandades de penitencia y gloria de la ciudad y de varias
hermandades de otras localidades estrechamente unidas a la Matriz moguereña.
La Corporación
Municipal encabezada por el Alcalde Gustavo Cuéllar, acompañó también a la Patrona, que además es
Alcaldesa Perpetua de la Ciudad, durante su multitudinario recorrido por el
centro, un recorrido al que puso complemento musical la magnífica Banda Hermanos
Niños.
Especialmente emotivo fue
una año más la entrada de la Virgen de Montemayor en el templo parroquial
abarrotado de fieles, que entonaron durante casi veinte minutos la salve acompañados
por la banda de música mientras la
Patrona era colocada de nuevo en el altar mayor del templo por su cuadrilla de
costaleros, altar donde permanecerá hasta finales de octubre cuando sea
trasladada de nuevo a su ermita.
El día grande de
Montemayor se inicio con la Función Principal de la hermandad Matriz, que contó
con la asistencia de representantes institucionales de todas las filiales de
Montemayor, hermandades locales e invitadas, corporación local y
autoridades civiles y militares, además por supuesto de cientos de fieles que
llenaron el templo arciprestal moguereño para asistir al solemne acto
religioso.
El párroco José Manuel
Raposo presidió la función que concelebraron también varios sacerdotes
vinculados a la ciudad de Moguer, y que contó con la participación de la Coral Polifónica del Liceo dirigida por Iván
Macías, que un año más con sus cantos dieron mayor realce a la solemne eucaristía.