MOGUER CELEBRO LA ROMERÍA EN HONOR DE LA VIRGEN DE MONTEMAYOR
La Guardia Civil a caballo escoltó el Simpecado de la Matriz hasta el recinto romero
La misa de Mayordomos que se celebró en la ermita de Montemayor en la tarde del lunes 10 de mayo, y el posterior recorrido de regreso de los romeros y peregrinos hasta Moguer, dio por finalizada la Romería en honor a la Patrona de la ciudad, que este año ha estado marcada en algunos instantes por las inclemencias del tiempo, pero que ha estado llena momentos de gran emotividad, de un especial sentimiento de devoción a la Patrona y de familiaridad entre los asistentes, Romería que este año ha pasado las fronteras local y provincial y ha llegado a toda la comunidad andaluza gracias a las conexiones que ha realizado el programa de Canal Sur Andalucía Directo el domingo y el lunes de Romería.
Con el multicolor desfile de caballistas y carretas por las calles de la localidad camino del paraje natural de Montemayor, tras la misa de romeros en la Plaza de la Coronación que oficiaba por primera vez el actual párroco, José Manuel Raposo, comenzaba el viernes 7 una de las celebraciones religiosas más arraigadas en la localidad juanramoniana, en la que se aúnan fe, devoción y convivencia, un recorrido que presentaba una importante novedad este año, la presencia de la Guardia Civil a caballo que escoltó al Simpecado de la Matriz desde Moguer hasta la ermita, estando presente también en el recinto durante la Romería.
Uno de los actos más brillantes y coloristas de esta peregrinación se vivió en la mañana del sábado 8 con la entrada oficial de las Hermandades Filiales de Sevilla, Huelva, Punta Umbría, Madrid, Arahal, que estrenó nuevo Simpecado, Lucena y Campofrio-La Dehesa de Riotinto, que fueron recibidas en el pórtico de la ermita por la Hermandad Matriz que preside Joaquín Luis Domínguez, junto a varios miembros de la Corporación Municipal y los veinte Mayordomos de esta Romería, que con su generosidad y entrega han contribuido a engrandecer una celebración tan multitudinaria como ésta.
Destacar que la lluvia caída en la noche del sábado empañó uno de los momentos más seguidos y esperados por los romeros, el tradicional Rosario de Antorchas, un emotivo y llamativo peregrinar por el coto que se interrumpió a pocos minutos de iniciarse, obligando a la directiva a trasladarlo al interior del templo, con la presencia de los Simpecados de las filiales delante de la Virgen. . Aún así, ni las bajas temperaturas ni la lluvia impidieron a los romeros disfrutar de una fiesta alegre, colorista y muy entrañable. Al finalizar el Rosario, se realizó una gran tirada de fuegos artificiales que llenaron el cielo de Montemayor de destellos multicolores.
Ya el domingo 9, día grande de la Romería, se celebró en la explanada posterior a la ermita la Función Principal de la Hermandad Matriz, que fue presidida por el párroco José Manuel Raposo y concelebrada por sacerdotes moguereños o vinculados a Moguer, como es el caso del Padre Roca y el ex párroco de la localidad, Manuel Castilla, que tuvo palabras de agradecimiento y de recuerdo para los que fueron sus feligreses durante 20 años. Junto a ellos los capellanes de las Hermandades Filiales y cientos de devotos de la Virgen, que esperaban ya ansiosos el momento en el que la imagen de la Patrona de Moguer saliese en procesión para recibir el cariño de todos los romeros.
Fue a las cinco y media de la tarde, media hora antes de lo previsto, cuando los costaleros sacaron a la Virgen a la calle entre una multitud de moguereños que se agolpaban en el interior del templo, imagen que este año estrenaba el dorado de la ráfaga, la corona, la media luna y el cetro. Minutos antes de la salida se vivieron momentos de gran emotividad delante de la Virgen cuando el hermano mayor anunciaba la presencia junto a los costaleros del Padre Roca, afectado por la enfermedad durante las últimas semanas, si bien eso no le ha impedido participar en plenitud de los actos de la romería, aunque este año en la salida de la Virgen no pudo articular palabra, así como cuando tuvo palabras de recuerdo para un compañero de la Junta de Gobierno, Ángel Hernández, ausente por el fallecimiento de su madre, que contrariedades del destino, estaba dando sepultura a su madre a la misma hora de la salida de la Virgen.
La primera parada como no, la casa de los Mayordomos, donde se vivieron momentos inolvidables y muy emotivos sobre todo para los 20 mayordomos, que ya forman parte de la historia viva de nuestra romería. Con lágrimas en los ojos y con un pellizquito en el corazón se despidieron de su Patrona, que continuo su particular peregrinar por el recinto para unirse, por orden de ubicación en el Coto, a los Simpecados de Punta Umbría, Sevilla, Huelva, Lucena del Puerto, Campofrio, Madrid y Arahal, siempre gracias a la entrega incondicional de sus costaleros.
Durante las cinco horas que duró la procesión siempre estuvo arropada por cientos de moguereños que en distintos puntos del recorrido se postraron frente a ella para dedicarle un cante sentido, como el que protagonizaron Lauri Garrido y Antonio Rodríguez o Rafalito Moreno, Álvaro Burgos y José Antonio Garrido. Fue precisamente en esta parada donde se pudo ver a un emocionado Padre Roca, que con la voz quebrada dedicó unos vivas a la Virgen.
Ya el lunes, los romeros disfrutaron de las últimas horas de convivencia en el coto, para comenzar a primera hora de la tarde a organizar el camino de regreso a Moguer.Antes, a las 18.30 horas, tuvo lugar la siempre emotivo misa de Mayordomos, donde se realizó el cambio de varas entre los mayordomos salientes y los que desempeñarán este cargo en la romería 2011, trece moguereños y moguereñas, hijos, en su mayoría, de los integrantes de la reunión de la Casa de la Pradera, que recogieron felices y emocionados el testigo de un cargo que les permitirá disfrutar de una de las experiencias más bonitas e inolvidables que puede vivir un moguereño.Destacar que los mayordomos entregaron a la Junta Directiva de la Matriz antes de abandonar el cargo un cuadro con la medalla de su mayordomía y una bola del mundo de plata para el niño.
En resumen una Romería marcada por la devoción de Moguer a su Patrona, traducida en la masiva participación de los peregrinos en los actos y cultos en honor de la Virgen y la absoluta normalidad tanto en el funcionamiento de los servicios e infraestructuras municipales como en el comportamiento de los romeros, que disfrutaron de un Montemayor 2010 lleno de vivencias inolvidables.